7. Acción de Percepción en la Imagen Personal
“Cuando estamos en modo percepción, nos exponemos a hacer una interpretación sobre el otro que puede condicionar nuestra relación con él. Es importante ser cautelosos de las historias que construimos en nuestra mente a cerca del otro porque pueden orientarnos positiva o negativamente”.
La posición de la “percepción” no es menos importante que la de “proyección”.
Hay personas que viven la gestión de su imagen personal de manera más intensa en modo “PERCEPCIÓN”.
Cuando hablamos de percepción en imagen personal estamos refiriéndonos a aquello que nos llega acerca de los demás (incluso de nosotros mismos al mirarnos en un espejo) y el impacto que esto tiene.
La capacidad que tenemos de “percibir” la imagen de los demás nos viene dada por a los 5 sentidos.
Todo lo que recibimos a través de los sentidos opera en nuestra mente provocándonos emociones, generando en nosotros creencias acerca de lo que nos rodea y de quienes nos rodean llegando a realizar “interpretaciones” sobre los demás y generando “juicios” e “historias” sobre los demás.
Hay personas que se afectan mucho por las “percepciones” que reciben de los demás porque no son capaces de “filtrar” o “vetar” lo que les llega sobre los demás llevándolos a prejuicios, desengaños o posición antagónicas erróneas o perjudiciales.
Siguiendo con el ejemplo de la entrevista de trabajo, siempre insisto en mis formaciones presenciales de Coaching Ocupacional, que no hay que temer a un entrevistador profesional o de una ETT porque son personas preparadas para no dejarse influir negativamente por las “percepciones” que puedan contemplar de los candidatos a los que entrevistan.
En un momento de estrés, en las entrevistas de trabajo las personas pueden transmitir inseguridad, nerviosismo o miedo, “proyectando” una imagen negativa y los profesionales de RRHH están preparados para ir más allá de lo que están “PERCIBIENDO”, evitando dejarse influenciar por la persona que tienen delante.
Es muy importante saber gestionar las “percepciones” que tenemos al observar la imagen de los demás porque podemos caer en el error de prejuzgar y etiquetar a los demás, encasillándolos de manera injusta.
Cuando estamos en modo percepción es necesario controlar algunos aspectos que pueden estar alterando nuestra capacidad perceptiva “objetiva”:
El estado de ánimo.
El estado de ánimo o lo que se esté experimentando en un momento dado puede provocar en la persona un “sesgo perceptivo”.
El nivel de concentración.
Dependiendo del nivel de concentración en general se puede dar el caso de que se perciba más o menos, con mayor o menor detalle, perdiendo parte de la información que llega.
Si estoy con veinte cosas a la vez, es muy difícil que pueda percibir del otro todo lo que necesito para tener una buena relación con él.
El nivel de escucha activa.
“Oír” es ser capaz de percibir “sonidos” (de manera biológica), y “escuchar” ser capaz de descifrar, interpretar y comprender la intención de esos “sonidos”.
Podemos estar en una conversación “oyendo”, podemos estar “oyendo” y “escuchando” alternativamente, o podemos estar totalmente entregados en esa “escucha”, y para eso se requiere estar plenamente concentrado.
¿Alguien de vosotros ha estado alguna vez en una charla mientras tenía otra a la vez consigo mismo mentalmente.
Esa doble conversación interna puede ser «paralela» (al tema que se está tratando) o no (pensando en algo totalmente desconectado con el tema que se está tratando).
La capacidad de aplicar la “empatía”.
Percibir siendo capaces de empatizar, intentando ver el tema desde el lado del otro. Poner en nuestro interior la posición del otro. El término que más se parece es el de la “misericordia”, que se trata de una palabra en origen compuesta de “miseri” de miserias, y “cordia” de corazón; es decir, sentir misericordia es poner en tu corazón las miserias del otro como si fuesen tuyas.
Mi nivel de “presuposición”.
Dar por sentado que el otro ve las cosas como nosotros o que entiende todo lo que transmitimos nos puede poner como perceptores en una situación errónea.
Las personas que viven más en modo de “proyección” de imagen personal suelen ser de carácter más extrovertido y comunicativo, también impulsivas y en exceso, invasivas, mientras que las personas que de modo natural tienden más a vivir el concepto de imagen personal desde el modo “percepción”, suelen ser más introvertidas, prudentes, cautelosas, también analíticas, reflexivas, etc…