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“Atención al proveedor”, un concepto por explorar y su impacto en la reputación de las marcas.

«Después de mucho insistir… por fin “¡aprobado!” en atención al cliente, pero ¿para cuándo “atención al proveedor”?»

Las empresas están muy sensibilizadas en atender al cliente cada vez más y mejor para así captar su atención hacia sí mismas.

La competencia es tan voraz que ya casi es imposible ganar clientes por diferenciales técnicos, funcionales, económicos, etc.…así que hemos entrado en aquellos atractivos que tienen que ver con lo emocional, y cómo hacer sentir al cliente cuando entra en contacto con nuestras marcas.

La sofisticación ha llegado a tales límites que estamos incluso hablando de avanzarnos a las necesidades del cliente, antes de que nos lo pida. Y ahí están las nuevas tecnologías; la publicidad programática y el famoso big data han llegado, junto a las diferentes ayudas del neuro neuromarketing y neurociencia, que nos han llevado a estar como clientes, flanqueados por todas direcciones en una “atención al cliente” exquisita al máximo.

Pero las empresas a veces olvidan que dentro de sus “stakeholders”, hay otros colectivos a los que dedicar también su atención y buen trato.
Dentro de estos colectivos, están además a nivel interno los empleados, gerentes y propietarios y a nivel externo los agentes financieros, la administración, el entorno vecinal de ubicación de la compañía, acreedores, diferentes comunidades y los proveedores.

¿Qué tipo de trato están recibiendo los proveedores?, quizá el menos cuidadoso. ¿cómo hacemos sentir a los proveedores?, ¿empatía con el proveedor?, ¿inteligencia emocional al proveedor?
Una serie de preguntas que nos deberían hacer recapacitar sobre el “buen” o “mal” trato que reciben los proveedores. ¿podemos imaginar una huelga general de proveedores?

Seguirá…